
La minería Zafranal y el valle de Majes: un choque de futuro y tradición
24/05/2025 Nicol Alpaca
En el corazón de Arequipa, el valle de Majes se alza como una joya agrícola que alimenta a miles con sus cultivos de papa, arroz, maíz y frutales, extendiéndose sobre 7,000 hectáreas y beneficiando a más de 2,300 agricultores. Este valle semidesértico, conocido como una despensa agrícola del sur peruano, está hoy en la encrucijada entre la pujante minería y la tradición agrícola.
El proyecto minero Zafranal, ubicado a más de 20 kilómetros de los centros poblados y cultivos, se presenta como una inversión millonaria (más de 1,200 millones de dólares) que promete dinamizar la economía local con la extracción de cobre, generando empleo para miles y fortaleciendo la infraestructura social en salud, educación y turismo67. Sin embargo, esta promesa viene acompañada de inquietudes sobre el impacto ambiental y social.
Para mitigar riesgos, Zafranal ha implementado medidas que buscan proteger el recurso hídrico vital para la agricultura del valle. Ha instalado compuertas de fierro forjado en puntos clave del sistema de riego, mejorando la eficiencia en la distribución del agua para 3,000 hectáreas de cultivo y beneficiando a 800 agricultores, además de planear usar agua de un acuífero subterráneo que no compite con los usuarios agrícolas, asegurando que solo usará menos del 10% de este recurso.
Además, la empresa minera ha firmado alianzas con autoridades locales y la Junta de Usuarios del Valle de Majes para impulsar la agroexportación, capacitando a agricultores para acceder a nuevos mercados y construyendo un moderno centro de empaquetado para productos como palta y uva de mesa. Estas acciones forman parte de un modelo de inversión social que busca equilibrar desarrollo minero y agrícola.
No obstante, la percepción en algunas comunidades no es del todo positiva. Estudios señalan que pobladores de distritos cercanos, como Lluta, sienten que los beneficios no se distribuyen equitativamente y demandan mayor inversión en educación, agricultura, ganadería e infraestructura, además de oportunidades laborales calificadas.
En definitiva, la minería Zafranal y el valle de Majes representan un escenario donde la modernidad y la tradición se enfrentan y buscan coexistir. El desafío es enorme: preservar la vida y la riqueza del valle agrícola mientras se impulsa un proyecto minero que puede transformar la región. La historia de Majes y Zafranal apenas comienza, y su desenlace impactará a miles de vidas en Arequipa.
Por Nicol Daniela - Mayo 2025




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