Arequipa entre las ciudades más congestionadas del mundo: crisis del transporte público se agrava

Arequipa enfrenta una crisis de transporte público que afecta la calidad de vida de sus ciudadanos. En 2024, la ciudad se ubicó entre las 16 más congestionadas del mundo, según datos de TomTom. Recorrer solo 10 km puede tomar hasta 30 minutos, una situación que antes se limitaba a las horas punta y ahora es un problema cotidiano.

Uno de los factores que agravan esta situación es el incremento del parque automotor. Solo en 2024, la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (Sunarp) reportó la incorporación de 25,000 vehículos nuevos en la ciudad. Este aumento, sumado a la ausencia de un sistema de transporte público eficiente, ha llevado al colapso de las vías urbanas.

La congestión vehicular tiene repercusiones económicas significativas. El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) señala que el tráfico impacta negativamente en la competitividad y productividad de la región, generando pérdidas millonarias anuales. Además, el estrés asociado al tráfico y la ineficiencia del transporte público afectan la salud física y mental de los ciudadanos, incrementando las ausencias laborales y los costos médicos.

A lo largo de los años, se han propuesto diversas soluciones para mitigar esta problemática. En 2015, durante la gestión del alcalde Alfredo Zegarra Tejada, se planteó la implementación de un tranvía como alternativa menos costosa y menos agresiva con el centro histórico. Empresas chilenas mostraron interés en participar en el proyecto de un metro para Arequipa. Sin embargo, el proyecto del monorriel fue finalmente rechazado, y se promovió un sistema de tren ligero en su lugar.

En 2017, se proyectó un sistema de tranvía para la ciudad, dentro de un plan para todas las ciudades metropolitanas en los departamentos del interior del país. Se afirmó que sería un tranvía eléctrico y se invitó a Francia para su financiación, esperándose que la Unión Europea aportara 5.5 millones de soles en los estudios, dentro de los 550 millones de dólares que costaría la obra. Sin embargo, en 2018 surgieron dudas sobre su viabilidad, y en 2021 se acusó de retrasos debido a la inestabilidad en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), afectando todo el Plan de Movilidad Urbana Sostenible.

En 2022, el Comité de Ética del Colegio de Ingenieros del Perú (sede Arequipa) declaró inviable el proyecto del tranvía eléctrico. A pesar de ello, el Consejo Municipal aprobó por unanimidad la autorización para que el MTC se encargue de la formulación, evaluación y ejecución del proyecto. El MTC anunció la financiación de los estudios y el expediente técnico para la implementación del tranvía. Además, en 2022, el proyecto se integró al Proyecto de Inversión de Transporte Masivo del Sistema Integrado de Transporte en Arequipa, denominándose Corredor Troncal Tranvía. Se firmaron convenios con la Municipalidad de Arequipa para el proyecto, y el alcalde Omar Candia Aguilar afirmó que la obra continuaría pese al fin de su gestión, contando con el apoyo de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD).

Sin embargo, para 2023, la Municipalidad Provincial de Arequipa indicó que no se habían realizado estudios para la viabilidad del tranvía debido a demoras excesivas desde que se propuso en 2017, reanudándose las quejas sobre la inviabilidad del sistema por afectar rutas existentes y las propiedades de cientos de hogares para su construcción. Finalmente, el proyecto fue descartado por falta de presupuesto.

Para enfrentar este desafío, el Banco Mundial recomienda apostar por un transporte masivo eficiente, como redes de metro y autobuses de tránsito rápido. En este contexto, Arequipa necesita con urgencia modernizar su sistema de transporte: ordenar los paraderos, renovar la flota con buses menos contaminantes, implementar semáforos inteligentes para mejorar el flujo vehicular y optimizar la infraestructura vial con carriles exclusivos para transporte público.