Kim Jong-un intensifica su guerra silenciosa mientras Corea del Sur enfrenta el avance de la propaganda norcoreana

Corea del Norte y Corea del Sur permanecen en una guerra sin balas, donde el campo de batalla no son trincheras, sino redes sociales, discursos ideológicos y canales de desinformación.

03/06/2025 Ana Lucía Becerra
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Foto: El País

Kim Jong-un, líder supremo de Corea del Norte desde 2011 e hijo del fallecido Kim Jong-il, ha convertido la propaganda en su principal herramienta para debilitar políticamente a su vecino del sur.

El régimen de Pyongyang despliega desde hace años una estrategia sistemática de manipulación informativa. Difunde noticias falsas, explota tensiones sociales internas y recurre a campañas digitales que siembran desconfianza entre los ciudadanos surcoreanos. El objetivo no se limita a influir en la opinión pública, sino que busca minar la legitimidad de las instituciones democráticas y fracturar la estabilidad del gobierno surcoreano.

Ante esta ofensiva, Corea del Sur implementa contramedidas como la transmisión de mensajes prodemocráticos en la zona desmilitarizada, el monitoreo constante de ciberataques y la inversión en herramientas tecnológicas de defensa. Sin embargo, expertos advierten que contener una guerra ideológica es mucho más complejo que enfrentar un conflicto convencional.

Esta guerra silenciosa no deja muertos en el frente, pero sí consecuencias reales: polarización política, aumento de la tensión social, desconfianza ciudadana y una creciente percepción de amenaza interna. Además, erosiona el diálogo entre ambos países, imposibilita acuerdos diplomáticos y perpetúa un clima de hostilidad sin salidas claras.

Ambas naciones siguen técnicamente en guerra desde 1953, cuando un armisticio puso fin al conflicto armado pero no firmaron un tratado de paz. Hoy, más de siete décadas después, la confrontación se mantiene viva en otra forma, y Kim Jong-un parece decidido a ganar sin necesidad de disparar una sola bala.


Vía: BBC News

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