

Por el año 2005 y 2006, Arequipa presentaba alarmantes indicadores de contaminación del afluente del Chili, por coliformes fecales entre otros agentes contaminantes como desechos industriales del cuero y pollerias, en otras palabras era la cloaca del millón de habitantes; considerando que el Chili. tiene un caudal promedio de 23.15 metros cúbicos por segundo y es bastante inferior al de otras cuencas, ya que el Chili ofrece mayores demandas que atender, como el uso agrario, poblacional, industrial, minero y recreativos.
En el año 2005, en Arequipa, en un acto de desprendimiento político de su clase dirigencial, se conformaron mesas técnicas de diálogo con el objetivo de garantizar el desarrollo y mejorar la calidad de vida de sus habitantes, en lo inmediato era lograr el acuerdo con la minera Cerro Verde, para construir plantas de tratamiento de agua potable y de aguas residuales; este grupo estuvo integrado por alcaldes distritales (ASA, Yarabamba, Hunter, Tiabaya), el provincial de Arequipa, dirigentes del Cono Norte y funcionarios de minera Cerro Verde, a quienes acompañamos en calidad de veedores a la Comisión de Inversiones del Congreso de la República, para ser testigos de un modelo de gestión efectivo, democrático y de avanzada, con gran visión de futuro, para beneficio de la población arequipeña.
Más adelante, se incorpora la E.P.S.Sedapar, para suscribir Convenio con la Sociedad Minera Cerro Verde, que se encargaría de construir la Segunda Planta de Tratamiento de Agua Potable de Arequipa: Javier de la Cuba Ibarra y la planta de tratamiento de Aguas Residuales (desagues) La Enlozada que recoge 2.1 metros cúbicos de desagues de colectores; ahí un alcance, según la Ley de Saneamiento vigente, Sedapar, tendría que encargarse de la operación y mantenimiento de ambas plantas, y cobrarnos a todos los arequipeños por ese tratamiento, pero desde su entrada en funcionamiento en el 2016, lo asume al 100% la minera Cerro Verde.
Hoy 10 de diciembre del 2024, prácticamente, la planta La Enlozada, en su primera etapa, ha llegado a su techo de tratamiento de aguas residuales de la población, se requiere empezar a construir la segunda etapa de la Enlozada, para poder cubrir las necesidades de la población que crece a ritmo acelerado de 2.8% en Arequipa.
Finalmente, considero que hoy se necesitan autoridades con criterio y visión de futuro, que asuman el liderazgo que tuvieron en antaño ex alcaldes, dirigentes y sociedad civil para consolidarnos como la ciudad emergente que marca la pauta en el país, hacia el desarrollo y progreso de sus habitantes.


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